Hay pocas cosas más españolas que unas croquetas, un plato que nunca falla en cualquier bar o restaurante de nuestra geografía, ¿pero sabías que su origen procede de Francia?.
Este aperitivo surgió en el país galo, donde un aristócrata llamado Louis de Bechamel, que era el encargado de la cocina del rey Luis XIV. creó la salsa bechamel. Pero no fué hasta que en 1817, Antoine Cámere tuvo la brillante idea de recubrir la bechamel de una capa crujiente, dando lugar a las primeras croquetas.
Podemos hacer croquetas de casi todo. Desde la siempre solicitada y habitual croqueta de cocido o de jamón, hasta las croquetas de pollo, setas, verduras, pescados o mariscos. Lo principal es utilizar las proporciones adecuadas.
A pesar de ser un plato de cocina tradicional, muchos chefs han perfeccionado su propia fórmula para llevar este clásico de nuestra gastronomía a otro nivel. El objetivo de las mejores croquetas es obtener el perfecto equilibrio entre cremosidad, buen rebozado y correcta fritura.
Hoy traigo una receta de croquetas de chipirones que os hará triunfar en vuestra próxima cena con amigos.